Cipriano Mera Sanz (1897-1975) es uno de los grandes personajes madrileños olvidados por la historia. Un hijo del arrabal del barrio de Tetuán, que supo trascender, con enorme esfuerzo, tesón y voluntad, el destino de miseria, ignorancia e incultura que le había deparado la suerte por su nacimiento.
Tuvo que buscarse la vida desde niño. A los 13 años trabaja de albañil. Fue uno de los fundadores del Sindicato madrileño de la Construcción de CNT. El golpe de Estado del 18 de julio de 1936 le pilló en prisión, por sus actividades huelguísticas. Liberado de la cárcel en esos días, cambia la obra por las trincheras y empuña las armas, que no soltará hasta abril de 1939, camino del exilio norteafricano, los trabajos forzados, la cárcel y el nuevo exilio en Francia donde volvió a coger la paleta.
A Cipriano Mera se le conoce por ser el único comandante republicano (al mando de la mítica 14 División y del IV Cuerpo de Ejército) que ganó una batalla al ejército fascista italiano, en Guadalajara, y como uno de los héroes en la defensa de un Madrid sitiado por las tropas fascistas. Pero fue mucho más que eso, un anarquista respetado por compañeros y enemigos. Este libro quiere ser un homenaje a su vida y a su acción.
Madrid, Gran Via, Telefónica bombardeada por la aviación fascista, 1936.
Madrid, 1943, por la calle de Alcalá, los nazis vienen y van.